domingo, 25 de octubre de 2009

POR LO MÁS DELGADO




     Por Joaquín Peña Arana




     Ego maldito

     En el vano intento de ordenar el terremoto de mi acervo bibliográfico, inmerso en revistas que ni recordaba, libros en espera de resurreción, periódicos que capturan pedazos del tiempo, sin querer resurgió un tema que cabilaba a raíz de una semana ríspida en lo anímico, por aquello de que la línea entre el ninguneo y la sobrevaloración es muy endeble.

     ¿Se acuerdan del caso González Iñárritu-Guillermo Arriaga? Escuchar el diálogo de ambos en la versión DVD de Amores Perros no tiene despercidio. Es tan sabrosa la forma en que nos transmiten su amor por hacer cine y la sólida relación que entre los dos existía. Nunca antes – hasta donde alcanza la memoria - se había registrado un pleito personal de ese tipo, menos entre quienes comprometieron tanta pasión para crear un proyecto cinematográfico. Queda preguntarse en qué momento la frase “me estorbas” les volvió ponzoña.

     ¿En verdad tiene razón Guillermo Arriaga cuando proclama, si no la supremacía de quienes crean la historia, sí su equiparación al de un director de cine? Échenle un ojo al número cien de Letras Libres. Carlos Cuarón escribe sobre el guionista, reconoce el desdén al que habitualmente es condenado, pide que en la campaña publicitaria aparezca su nombre junto al del director y actores y sin embargo no pierde la cabeza cuando reconoce : la gente no va al cine a ver páginas de texto en una pantalla. El cine es colaboración. Sí, hay posturas, puntos de vista, caprichos y terquedades pero, como dice Carlos, lo importante son las películas.

     Pero en el cine, como en las relaciones humanas, no hay terrenos infalibles. Qué bueno que ni González Iñárritu ni Arriaga ordenaron se eliminara el audio alterno de Amores Perros. Es como conversar la única foto que decidieron no romper en pedazos.





domingo, 18 de octubre de 2009

ESCLAVO DEL ROCANROL






   Por Joaquín Peña Arana 



   Orale mi niño


  Se le podría considerar el primer reallity del rock mexicano aunque se pueden localizar  otras virtudes en esta intromisión a la intimidad Alex, Chela y El Tri. La cámara sigue a los Lora a todas partes, nos pone en evidencia que Alex es mandilón, sí, pero que disfruta eso de ser rocker : es una forma de vida, no queda duda. Con los chavos enfermos de sida, Alex dejar de ser Alex para convertirse en Alejandro, un hombre a punto de salírsele las lágrimas, a quien le puede el dolor ajeno.  Otro momento memorable es cuando, estando en Perú, él y Chela deciden renovar sus votos matrimoniales y hablan como esposos, quitándose las máscaras. Ah, y cuando están en Machu Picchu. De piel de gallina.

El producto final del director Luis Kelly desemboca en aguas mansas luego del titánico esfuerzo realizado, dicen algunas fuentes, durante tres años.  Estrenado en el 2003, podría pasarse en este momento y no hay mucha diferencia : Alex y El Tri no evolucionan, sigue gritando lo mismo, vistiéndose igual, despidiéndose cada año. Se convirtieron en una marca.

El saldo a favor de Esclavo del Rocanrol es capturar la fuerte influencia que tiene la banda y su lider para miles en México, en Sudamérica, en las poblaciones estadounidenses con presencia hispana.  Siempre pensé que exageraba pero esta vez se puede dispensar todo juicio rigorista para citar al propio Alex cuando lo afirma : El Tri es una institución. 


domingo, 11 de octubre de 2009

HOMBRES TRABAJANDO




     Por Joaquín Peña Arana


     Sabemos tan poco del cine francés


     Tan acostumbrados estamos al cine gringo que, cuando nos cae alguna cinta de la península europea, nos parece cosa rara,lenta, aburrida, oscura. No es para tanto. En algún Tour de Cine Francés vi hace unos años “Hombres Trabajando”, también conocida como “Obras en Casa” o su título original, “Travaux, on sait quand ça commence...”. Es buena. Comedia francesa con toque de contenido social donde, a través de la abogada de migración Chantal Letellier, se refleja el estado de los emigrantes ilegales en la Francia de hoy. El título obecede a la remodelación que ella hace de su antiquísimo departamento, para lo cual contrata a un grupo de ilegales que le arman un desmadre. Suena simplón pero la forma de resolver el argumento no se arroja a los lugares comunes, hubo trabajo de guión. Lo del simbolismo en el estilo de litigar es un buen puntacho y la película tiene una sorpresilla al último.


     Sabemos tan poco del cine francés. Carole Bouquet, quien encarna a la abogada, es una actriz con amplia trayectoria. Cuando la vi en su papel, ignoraba que ella fue dirigida por Luis Buñuel en El Discreto Encanto de la Burguesía, fue chica Bond en Sólo Para Tus Ojos, estuvo en manos de Ford Coppola en su tajada de Historias de Nueva York, tiene más de cuarenta películas en su haber además de obras de teatro y hasta apareció en el episodio final de Sex and the City. En algún momento fue pareja de Gerard Depardieu en el cine y en la vida real. Es posible que la haya visto en alguna película sin darme cuenta o como modelo en algún anuncio de Chanel.


     En realidad, sabemos tan poco de cine.


domingo, 4 de octubre de 2009

ÁNGEL GARASA





     Por Joaquín Peña Arana 


     Claro que tiene nombre

     Lo considero uno de los rostros más conocidos de nuestra cinematografía. En algún momento de nuestras vidas, en los últimos setenta años, en el cine o en la tele, lo vimos aparecer haciendo los más disímbolos papeles. Siempre detrás, rara vez en protagónico.

     Mi curiosidad brotó hace algunos años, casualmente veía una película española y lo vi aparecer a lado de una veterana actriz que relaciono con Marisol. Fue hasta hace unos días cuando decidí salir de dudas. Pude comprobar que esa mujer se llamaba Isabel Garcés y que el nombre de él era Ángel Garasa. Incongruente que habiendo realizado una carrera tan prolífica en radio, teatro, cine y televisión, exista tan poca información disponible en línea (si no fuera por los buenos oficios del ponderado Wikipedia) y que en vez de un mundo de datos me encontrara con fotografías de su sepulcro.

    Ángel Garasa vivió el dolor del exilio durante la Guerra Civil Española, por esa razón llegó a nuestro país en 1937. Aquí le tocó una época formidable. El cine mexicano fue prolífico, las pantallas se llenaron de Cantinflas, los hermanos Soler, Jorge Negrete, Pedro Infante, María Felix, Miroslava, hasta con Buster Keaton coestelarizó. Murió en 1976, en la Ciudad de México.  Dirán ¿y qué onda con él, a nosotros qué? La respuesta es sencilla : actores como Ángel Garasa también construyen el cine. Vale.